miércoles, 11 de julio de 2007

OPINION DE HERNAN ORTIZ GONZALEZ

LATINOAMÉRICA EN LA VOZ DE EDUARDO GARCÍA


por Hernán Ortiz González
Productor Literario MAGO Editores


FELIZ CUMPLEAÑOS, TE QUIERO, primera novela publicada de Eduardo García, constituye un relato inolvidable. En sus 138 páginas el lector podrá conmoverse con la historia de Ricardo, un joven dominicano que, el día de su cumpleaños número 25, decide aceptar su homosexualidad. Es así como deberá enfrentar a sus padres, amigos, novia y, por supuesto, a sí mismo.
Si bien es cierto la trama de la novela abre la discusión frente a las minorías, frente a las diversidades, la propuesta de García no cae en lo panfletario, sino más bien trata el tema gay desde una perspectiva divertida, cómica. Lo hace por medio de personajes cotidianos, de situaciones y anécdotas comunes en la sociedad dominicana. En ese contexto social, Eduardo García ridiculiza magistralmente la constante yanquización de la cultura latinoamericana, todo como consecuencia de la globalización y del discurso hegemónico que ésta va imponiendo en nuestras naciones.
Es preciso insistir en el carácter anecdótico de la novela. Un ejemplo es la mamá de Ricardo quien, al escuchar la opción sexual de su hijo, exclama:
—¿Eres qué? —preguntó mi mamá— En mi época se decía hippie.
Asimismo, García juega con historias paralelas. Por un lado, está el cumpleaños del protagonista, que ocurre en una jornada, y por otro el diario que éste escribe, donde narra algunos sucesos cómicos de la aceptación de sus identidades. Toda esta galería de recursos hace de FELIZ CUMPLEAÑOS, TE QUIERO un relato dinámico y sumamente entretenido para cualquier lector. Por consiguiente, el narrador se torna altruista al compartir sus experiencias con sus potenciales receptores.
Llama particularmente mi atención la destreza del autor al plasmar de excelente forma el lenguaje latinoamericano. Latinoamérica está presente con sus calles, sus costumbres, su gente. Se trata de una novela que nos invita a disfrutar de toda nuestra riqueza cultural, logrando la hermandad que tanta veces olvidamos, quizá seducidos por los fantasmas del capitalismo y sus horrorosas formas de colonización.
No me cabe duda que esta novela, al igual que la imagen de su portada, goza de una salud y luminosidad vigorosas. Es un libro generoso, que crea complicidades. Es una propuesta única, sui generis, que pone entre la espada y la pared todos los conceptos de una sociedad extinta.
El mayor de los éxitos para Eduardo García.
Justicia a las minorías. Que viva Latinoamérica y sus diversidades.


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